Todos vivimos en un entorno que le rodea, en el cual nos relacionamos, trabajamos, estudiamos y realizamos nuestra vida cotidiana. Esto se conoce como entorno social y en él, las personas interactúan entre sí. Es la interacción entre las personas las que define en entorno humano.
Tenemos derecho a vivir en un entorno saludable. Es algo tan básico que lo damos por hecho; pero lo cierto es que en muchos lugares esto no es así. En tu entorno más cercano, como el colegio, seguro que puedes encontrar muchos factores que hacen que el entorno sea menos saludable. ¿Cómo es la convivencia con tus compañeros? ¿Cómo de limpia y ordenada mantenéis el aula? ¿Y los pasillos? ¿Cómo es el ambiente durante las clases? ¿Hay interrupciones o conflictos? ¿Existe un buen ambiente de trabajo, cooperación o solidaridad?
Como ves, no siempre nuestro entorno es el más saludable. Pero, ¿quién o quiénes son los responsables de mejorar este entorno? ¿Hay alguien encargado de velar por un buen entorno humano y social?
No te confundas, no hay un responsable a quien culpar o exigir que mejore nuestro entorno humano. Somos todos y cada uno de nosotros los que tenemos la responsabilidad de cuidarlo y hacerlo cada día más agradable. Así pues, nuestro derecho a tener un entorno saludable tiene también la contrapartida de nuestra obligación de contribuir a su cuidado y conservación. Observa que nuestra responsabilidad no es tanto con nosotros mismos, sino con y para los demás. Es una gran responsabilidad que además, es muy gratificante al construir juntos y para todos un lugar mejor donde poder convivir.
En la Ecoescuela trabajaremos durante este curso por un entorno humano saludable, pero también por el entorno físico del cual hablaremos más adelante.
