miércoles, 25 de noviembre de 2015

La plaga de picudo que ataca a las palmeras tiene solución

Palmeras afectadas por el picudo rojo en una finca de Elche.En 1993 entraba en España, al parecer procedente de Arabia Saudí, vía Egipto, una plaga que ha acabado desde entonces con miles de palmeras, el llamado 'picudo rojo'. El desastre alcanzó tal magnitud que desde hace unos años se ha puesto en marcha un programa de la Unión Europea, el 'Palm Protect', en el que participan varios países y que empieza a conseguir éxitos.
Los efectos del picudo rojo han sido devastadores y aún lo siguen siendo. Desde su detección por vez primera, en el municipio granadino de Almuñécar, intentó controlarse aplicando tratamientos de plaguicidas que inicialmente resultaron efectivos.
 
Sin embargo, a partir de 2005 se produjo una explosión de esta plaga fuera de las zonas de control, que afectó incluso a Elche, donde se encuentra el mayor palmeral de Europa, debido a un incremento en lademanda de palmeras para la urbanización de las avenidas y zonas residenciales de muchos pueblos que favoreció la entrada de este parásito desde países exportadores.
 

Además, esa fuerte demanda de palmeras se derivó hacia ejemplares baratos y con menores controles pero que acabaron contaminando hasta la especie de almera Canaria, la más habitual en España. Este ha sido otro efecto poco conocido del 'boom' inmobiliario, en este caso en urbanizaciones de lujo y ayuntamientos con reformas ornamentales
 
Desde entonces la situación de emergencia de las palmeras se ha ido extendiendo a otros países del arco mediterráneo como Francia, Italia, Portugal y Grecia, aunque quizás gracias a eso se ha emprendido una acción investigadora desde la Unión Europea para la prevención y el control de la plaga.
 
Desde que llegó el picudo se calcula que ha afectado al menos aunas 20.000 palmeras en Andalucía, aunque la plaga afecta con fuerza a Murcia, Comunidad Valenciana e incluso llega a Galicia.
 
En 2011, la entonces consejera de Agricultura de la Comunidad Valenciana, Maritina Hernández, aseguraba que su departamento estaba recogiendo unos 15.000 ejemplares cada año. El ayuntamiento de dicha ciudad reconocía la muerte de 40.000 palmeras en apenas dos años.
 
Ya que este parásito que es el picudo se halla dentro de la palmera y que la duración media de su ciclo de desarrollo interior puede durar hasta tres años sin que se perciban signos exteriores de daños, esmuy difícil frenar su expansión mediante acciones basadas exclusivamente en el corte y destrucción, como hasta ahora se había hecho.
 
Y ese ha sido el problema. En general, se ha actuado demasiado tarde y la crisis económica no ha ayudado precisamente a combatir efectivamente esta enfermedad de las palmeras.
 
Proyecto 'Palm protect'
 
Uno de los centros de investigación que participan en el programa Palm Protect es la Universidad de Córdoba. Allí Enrique Quesada, catedrático del departamento Ciencias y Recursos Agrícolas y Forestales, lleva a cabo trabajos incluidos en este programa comunitario que tiene como objetivo salvar las palmeras. "Sobre las palmeras hay que distinguir en lo que se puede hacer hoy en día y lo que se puede lograr en el futuro no muy lejano. A partir de esto podemos decir que el grave problema que afecta a las palmerastiene solución".
 
Para empezar hay que dividir las actuaciones y la aplicación de distintas técnicas, unas orientadas a prevenir la aparición del picudo y otras a curar a los árboles afectados.
Según explica Quesada, las palmeras atacadas por el picudo tienen solución si se actúa en cuestión de meses o incluso uno o dos años y sobre todo tendrá una solución más fácil en el futuro. Hay productos insecticidas convencionales que tienen buenos resultados. Una empresa andaluza que ha desarrollado una patente de la Universidad de Córdoba lleva a cabo un tratamiento con inyecciones en el tronco de fitosanitarios cien por cien efectivas y que sustituye a la fumigación.
Además se investigan técnicas novedosas que prometen buenos resultados. Es donde aparecen los tratamientos a partir de la lucha biológica. Está la utilización de los hongos entomopatógenos y sus proteínas insecticidas en el control microbiano de las plagas, como el hongo beauveria bassiana, que actúa por contacto y enferma al picudo rojo.
 
La beauvenia bassiana es un hongo deuteromiceto, pertenece a los hongos entomapatógenos, que crece de forma natural en los suelos de todo el mundo. Es capaz de infectar insectos de diferentes especies, a los que causa la enfermedad de la muscardina. Actualmente es utilizado como insecticida biológico o biopesticida y resulta efectivo contra el picudo. También se trabaja conaplicaciones de microondas sobre las palmeras.
 
Una ornamentación demasiado cara
 
Sin embargo, los estudiosos del devastador efecto del picudo rojo sobre las palmeras coinciden en una cuestión. Salvar las palmeras es posible, pero mantener la ornamentación de ciudades y jardines con ellas en buen estado resulta mucho más difícil.
Y eso es porque es caro mantenerlas sanas. Y los ayuntamientos y administraciones públicas, que en su día se lanzaron a adornar avenidas y glorietas con estos ejemplares, se encuentran sin fondos para afrontar los tratamientos preventivos (mínimos unos 100 euros por cada una) ni los costes de la retirada y eliminación de los residuos.
 
La falta de voluntad política y de fondos públicos ha provocado la expansión de la plaga con los efectos devastadores que conocemos. Si acaso en estos momentos se apuesta por salvar y mantener las palmeras de más de 12 metros de altura.
 
Un problema mayor aún en jardines privados
 
Si eso es así en los jardines públicos aún es más complicado en urbanizaciones y jardines privados. Los propietarios tampoco dan los cuidados necesarios a las palmeras y sólo actúan cuando ya es demasiado tarde. La crisis también hace que el dinero de las comunidades para arreglos y mantenimientos vayan a otras cosas. Con este panorama se intuye que cambiarán los paisajes urbanos que cada vez se parecerán menos a los jardines de Las Mil y una Noches. 

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